Amigos: hoy he estado en el Puerto de Málaga, dando una vueltecilla por la feria del libro. Hasta el domingo estará allí, por si alguno de vosotros le apetece darse un paseo. Los libros están al diez por ciento de descuento. Pero de todo lo que me ha llamado la atención, es la presencia del bibliobús.
Lo cierto es que para mí ha sido como viajar en el tiempo.
Este vehículo, tal y como yo lo recuerdo, prestaba servicio en la localidad de Villanueva cuando yo era un niño. Todos esperábamos con ilusión la llegada del jueves por la tarde, para poder ir a la plaza de Andalucía, que era donde estacionaba el bibliobús, para poder cambiar nuestro libro. Recuerdo que en su mayoría, los usuarios eran los estudiantes que cursaban estudios en Antequera y Málaga. También recuerdo que cuando en la Sierra del Torcal había niebla, el autocar se quedaba sin poder cruzar el puerto de la Boca del Asno, y se quedaba en Antequera, por lo que teníamos que esperar una semana más para poder cambiar nuestro libro.
Volver a suir al bibliobús al cabo de tantos años ha sido muy emocionante. Ahora bien, no tiene nada que ver con aquel tartano, tres veces más pequeño que éste, con sus ventanas convertidas en escaparates donde se exhibían los títulos más modernos, que dicho sea de paso, yo no pude leer, porque por aquel entonces era demasiado pequeño. No tenía aire acondicionado, ni internet,..., pero el servicio que prestaba es tan valioso como el que presta hoy, llevando el servicio de préstamo bibliotecario a núcleos urbanos cuya dificultad para este menester es evidente.
Agradezco al personal responsable del bibliobús la atención que ha tenido durante mi visita.
Si queréis saber más del bibliobús podéis buscar en Facebook Amigos del bibliobús.
